El Gobierno Municipal de Chapala, en colaboración con la Asociación de Cronistas, ha rendido un emotivo homenaje póstumo al arquitecto Manuel Gómez Ibarra, una figura clave en la arquitectura mexicana. Aunque durante mucho tiempo se creyó que Gómez Ibarra había nacido en la ciudad de Guadalajara, documentos recientes confirman que su verdadero lugar de origen es la comunidad de Ex Hacienda de la Labor, en el municipio de Chapala, donde nació el 11 de febrero de 1810.
Rogelio Ochoa Corona, cronista y activista de Chapala, destacó la vida y legado de Gómez Ibarra, quien dejó una huella indeleble en la arquitectura mexicana. Entre sus obras más reconocidas se encuentran las torres de la Catedral de Guadalajara, la Casa de la Misericordia (Hospicio Cabañas) y el Panteón de Belén, joyas arquitectónicas que se han convertido en símbolos de la identidad mexicana.
"Es increíble pensar que uno de los panteones más hermosos de América fue diseñado por un personaje originario de Chapala. He vivido más de 50 años en esta comunidad y desconocía que un hijo de nuestro pueblo hubiera realizado una obra tan impresionante," comentó Ochoa Corona.
El presidente de Cronistas de Jalisco, Pedro Vargas Avalos, subrayó la importancia de la trayectoria de Gómez Ibarra, destacando cómo su trabajo ha contribuido a la formación del legado arquitectónico de Jalisco y México.
Por su parte, el presidente municipal de Chapala, Alejandro de Jesús Aguirre Curiel, agradeció la labor investigativa de Rogelio Ochoa Corona, la cual permitió el reconocimiento oficial del origen del arquitecto y sus valiosas aportaciones al patrimonio cultural de la región. Durante el evento, Aguirre Curiel compartió una anécdota sobre cómo descubrió la verdadera cuna de Gómez Ibarra gracias a una conversación con el cardenal Juan Sandoval.
Como parte del homenaje, se develó una placa conmemorativa en la Ex Hacienda de la Labor, lugar de nacimiento de Gómez Ibarra, elaborada por el artista tapatío Paco Padilla. Este acto simbólico busca preservar la memoria colectiva y reconocer la trascendencia histórica del arquitecto Manuel Gómez Ibarra, quien con su obra sigue siendo un emblema de la mexicanidad en el mundo de la arquitectura